Lo primero es lo primero, ¿estás seguro de que
el líquido que ves en el suelo es aceite? En muchas ocasiones, especialmente si
nos coge “de nuevas”, el charquito que podemos ver en el suelo tras aparcar el
vehículo puede ser condensación de agua por el aire acondicionado, algo que
acostumbra a ocurrir si se demanda mucho al sistema y hay determinadas
condiciones de temperatura y humedad entorno.
Descartado cualquier líquido que no sea
aceite, las causas por las que el vehículo puede perder aceite son múltiples.
Una de ellas, la menos alarmante, es que haya alguna holgura en las juntas, o
la junta del tapón de llenado, las juntas de la tapa de balancines, el conducto
de la varilla de aceite,… si bien lo más frecuente es que el tornillo de
vaciado del cárter esté forzado o bien mal ajustado.
Si es eso o bien la tapa de balancines, lo más
probable es que el aceite “sude” de manera que lo mácula todo. Viendo el motor
desde debajo se aprecia negro y lleno de aceite, si bien hay que decir que esto
es muy increíble y no tiene por qué razón haberse perdido un sinnúmero de
aceite. si la cantidad de aceite o bien el goteo es más intenso que una o bien
2 gotas al día, va a haber que meditar en que se haya roto un manguito.
Para contrastar si perdemos mucho o bien poco
aceite hay que revisar el nivel del mismo con la varilla, de manera que siempre
y cuando el nivel de aceite esté entre el mínimo y el máximo, no va a haber un
problema serio. En cualquier caso resulta conveniente que lo vea un
especialista.
Hablando del nivel de aceite medido con la
varilla, hay que decir que es esencial que el nivel del mismo se halle siempre
y en todo momento entre las 2 marcas, máximo y mínimo. No es preciso, no
obstante, que el aceite se acerque demasiado a la marca de máximo por el hecho
de que podría “rebosar”. El motor va a marchar igualmente bien excediendo por
poco el mínimo, que llenándolo “a tope”.
Si nos pasamos de aceite, podemos estar
provocando que se produzca un exceso de calor por el incremento de la
resistencia del líquido, sobre todo en el instante del arranque. Esto puede
lograr acortar la vida útil del motor es cuestión. Si el aceite “rebosa” se
pueden salpicar los tubos quemándose aceite de motor. Cuando se quema el
aceite, las impurezas se pueden depositar en al cámara de combustión y podemos
tener, nuevamente, inconvenientes de funcionamiento.
Existen inconvenientes derivados del empleo de
un aceite que no esté recomendado, o bien de calidad (y costo, por ende)
inferior. Son inconvenientes como que no se suprime apropiadamente la
carbonilla y las impurezas de las piezas del motor, y eso se puede advertir por
el color. Se va a ir poniendo negro progresivamente conforme se limpie el motor,
y si no ocurre esto, en vez de tener las impurezas disueltas (en suspensión) en
el aceite, proseguirán sobre las piezas. Por consiguiente, es bueno que el
aceite se ensombrezca.
Es preferible emplear el aceite recomendado
por el fabricante para cada motor (pueden ser diferentes) a incorporar aditivos
al aceite que adquiramos. Agregar aditivos no acostumbra a traer nada bueno por
el hecho de que podemos, desapercibidamente, mudar las propiedades del aceite,
o bien padecer reacciones químicas que alteren el desempeño, y por si fuera
poco tampoco van a “resucitar” el aceite, ni prosperar el consumo del mismo en
motores viejos.
Como siempre y en todo momento, en muchas
ocasiones la mejor solución es no causar problemas, si bien para eso nos
parezca que estamos invirtiendo en un aceite “caro”. Con relación a el aceite y
el motor, lo asequible puede salir costoso, carísimo.
