En
medio de la autopista, a 112km/hora, primero se enciende solo y al
límite el aire acondicionado, después aparecen fotografías extrañas en
la panel de control, se enciende la música a todo volumen y se activan
los limpia vidrios. Por último, cuando ya el conductor confuso apenas
puede proseguir conduciendo, se apaga de repente el motor del vehículo,
un moderno Jeep Cherokee de 2 mil catorce.
La escena podría ser de una nueva versión rodante de la película Poltergeist, solo que sucedió de veras.
Al
volante del carro iba el cronista especialista en tecnología Andy
Greenberg, de Wired, que sabía que en algún instante de su paseo por San
Louis, en Missouri, algo extraño iba a pasar. La advertencia que le
habían dado era “pase lo que pase, no entres en pánico”.
Al
paso que, a 16km de distancia, sentados en el sofa del salón de su casa
con 2 computadoras en el regazo y entre bromas, 2 experimentados
piratas informáticos hacían sus travesuras informáticas, que quedaron
registradas en un video publicado en el lugar Wired.
Un peligro más que teórico
Mas no era un juego. Esas travesuras son el desenlace práctico y observable de un año de trabajo.
Los piratas informáticos, Charlie Miller y Chris Valasek, son estudiosos de seguridad de IOActive Labs.
“Como
lo veo, cualquier cosa en un vehículo que se comunica con el planeta
exterior es un factor potencial de ataque”, le afirmó Valasek a la BBC.
“Esencialmente
lo que hicimos por medio de internet fue tomar el sistema de
“entretenimiento y también información” y desde ahí reprogramamos
ciertas piezas del vehículo para poder expedir comandos de control”, le
afirmó Valasek a la BBC.
Con
la técnica que desarrollaron pueden inspeccionar a distancia el
vehículo y hacer, por servirnos de un ejemplo, que el volante gire, que
el turismo frene de súbito o bien inhabilitar completamente los frenos.
Además
de esto pueden emplearla para objetivos de vigilancia: monitoreando las
coordenadas de GPS del turismo, midiendo su velocidad y marcando su
senda en un mapa.
Con su investigación, Vasalek deseaba demostrar que es posible piratear y inspeccionar completamente un vehículo a distancia.
“Creo
que la gente ha teorizado durante un buen tiempo sobre la posibilidad
de que haya ataques reservados, así que lo hacemos para que no haya
áreas grises desde la perspectiva de los fabricantes sobre lo que es
posible hacer“, explicó, añadiendo que la meta último es progresar la
seguridad de los vehículos conectados.
La
carrera de todos y cada uno de los fabricantes de automóviles por hacer
los vehículos poquito a poco más inteligentes deja expuestas ciertas
vulnerabilidades.
Poco
tras conocerse el hackeo del Jeep Cherokee la compañía Chrysler lanzó
un patch o parche para corregir la vulnerabilidad de su sistema de
entreteniemiento Uconnect.
Este
sistema consiste en una computadora conectada a internet que controla
el sistema de entretenimiento y navegación de miles de vehículos
Chrysler, deja hacer llamadas e incluso ofrece una zona inalámbrica de
Wifi.
Mas
este género de vulnerabilidades de seguridad no son exclusivas de
Chrysler: algunos analistas advierten que es un inconveniente extenso en
una industria inmersa en una carrera por hacer automóviles poquito a
poco más inteligentes y asimismo interconectados.
NCC Group descubrió una forma de piratear los turismos mandando datos por medio de señales de radio DAB.
De
veras, una compañía inglesa de investigación de seguridad, NCC Group,
advirtió este jueves que los sistemas infotainment de múltiples modelos
de vehículos son enclenques a ataques.
NCC
Group solo hizo pruebas en laboratorio, mas descubrió una forma de
piratear los vehículos mandando datos a través de señales de radio DAB
(Digital Audio Broadcasting).
Su
técnica por si fuera poco ingresa primero en el sistema de infotainment
para pasar a inspeccionar después otros sistemas del carro de
relevancia crítica, como el volante y los frenos.
La
compañía de investigación de seguridad NCC Group advierte que los
sistemas infotainment de múltiples modelos de automóviles son enclenques
a ataques.
Además de esto, podría emplearse potencialmente para afectar a muchos automóviles al tiempo.
“Como
lo veo, cualquier cosa en un vehículo que se comunica con el planeta
exterior es un factor potencial de ataque“, le afirmó Valasek a la BBC.
“Es
un trabajo muy largo, insistente y extenuante, que requiere de un
enorme conocimiento y de un rebosante apoyo financiero, mas por lo
general es posible hacerlo”, afirmó.
“Así que esto no es algo ventajista. Hace falta tiempo, habilidad y dinero“, agregó.
Mas el estudioso apostilló que esta clase de hackeos están fuera del alcance de la mayoría de los delincuentes.
“Pero eso no desea decir que no haya grandes organizaciones interesadas”, afirmó.
El
mes próximo a lo largo de la convención de seguridad Black Hat de Las
Vegas el equipo de estudiosos estadounidenses compartirá más detalles
sobre su trabajo.


